Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

Su señoría se separó de mí antes, mucho antes de la proclamación de la República; esa escena de la calle del Clavel pasó cuando no se había hecho aquella proclamación; como que después de aquel acontecimiento político yo no me pude reunir con mis amigos, ni en la calle del Clavel ni en ninguna parte. Pero S.S. estaba ya unido al actual Presidente del Consejo de Ministros, que no tenía nada que ver en política conmigo. (El Sr. Ministro de la Gobernación: No es exacto). Su señoría estaba separado de mí en cuestión dinástica, que entonces era, como lo es siempre y como lo es hoy, una cuestión esencial. Su señoría defendía entonces con mucho calor y con mucho entusiasmo la candidatura de Don Alfonso; y digo esto sin ninguna salvedad, por si a S.S. le conviene hacerlo constar (El Sr. Ministro de la Gobernación: Lo he dicho siempre), y yo no, porque sin salvedad ninguna igualmente, dije que no aceptaba la candidatura de Don Alfonso mientras existiera el Trono de Don Amadeo. Y apelo al testimonio del actual Presidente del Consejo de Ministros, para que declare si con efecto no dije yo siempre que estaba imposibilitado de trabajar en contra de aquella dinastía por mis convicciones, por mis compromisos, por mis antecedentes, y que únicamente si se llegaban a realizar los pronósticos fatales que entonces me hacía el Sr. Presidente del Consejo de Ministros, no sería obstáculo a que viniera Don Alfonso y a apoyarle, como monárquico que era. Hice siempre esta salvedad, y si la hice entonces, ¿por qué no lo he de declarar ahora? (Aprobación en las tribunas y en los bancos de las minorías).

(El Presidente pone orden en las tribunas).

Pues bien, señores; la lealtad con que apoyé a aquella dinastía, responde de la lealtad con que estoy al lado de la de Don Alfonso; y quiero que hoy más que nunca se sepa mi conducta para con la dinastía caída, para que no se dude de mi lealtad a la actual. [3681]